«El festín» y la obsesión por el cisne blanco
Marina Pintor, con su primera novela, abre las puertas de las obsesiones haciendo que nos sumerjamos en ellas y en su oscuridad a través de una narración hábilmente desestructurada, en un estilo indirecto libre (sin diálogos, pero muy dialogada) y con un ritmo tan acompasadamente desacompasado como el de la mente de su protagonista. En Seguir leyendo